"Desde el año 2000 hasta la fecha tenemos 250 muertos del pueblo wayúu"
"Wayunkerra" trae a Europa la voz de los wayúu, los indígenas perseguidos por paramilitares, fuerzas de seguridad colombianas y narcotraficantes
EFE / laRepublica.es , sabado 11 Octubre
Karmen Ramírez, "Wayunkerra", líder del movimiento indígena colombiano "Fuerza de Mujeres Wayúu" ha visitado ésta semana Europa para denunciar "la situación de violencia y opresión" que viven los wayúu en el departamento norteño de la Guajira.
El asesinato en 2004 de su tío materno y jefe wayúu, Wilmer Boscán Ureche, impulsó a la joven indígena, natural de Maicao, a comprometerse y asumir la responsabilidad, junto a otras mujeres, de dar a conocer al mundo las que definen como "continuas violaciones de los derechos humanos" cometidas contra su pueblo.
Ramírez ha denunciado una vez más como los paramilitares, miembros de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de las fuerzas de seguridad gubernamentales y narcotraficantes, entre otros grupos armados, campan a sus anchas en la zona, limítrofe con Venezuela donde habitan, "favoreciendo las situaciones de violencia y los crímenes".
Durante una visita a Madrid, Karmen explicó los motivos que le han llevado a convertirse en la voz de un pueblo "eminentemente guerrero y luchador", que reclama su autonomía, el derecho a la tierra y a la explotación de los recursos naturales.
"Lo primero que hay que denunciar es que desde el año 2000 hasta la fecha tenemos 250 muertos del pueblo wayúu, lo que desde nuestra organización, ’Fuerza de Mujeres’, consideramos un genocidio", dijo.
Amenazada por los militares, Karmen Ramírez confiesa que "ya no tiene miedo", que "no es la primera vez", porque "en cada ocasión que denunciamos a nivel internacional lo que está pasando, las amenazas se intensifican, no sólo contra una sola persona, sino contra una organización o contra comunidades enteras", explicó.
Consecuencia directa de esas amenazas es el alto índice de desplazamientos, "que no está todavía muy evidenciado", ya que la proximidad con Venezuela, y la presencia allí de otros grupos wayúu donde asentarse, facilita el éxodo de los que buscan protección.
"Hay gente que regresa cuando la situación mejora. La mayoría de retornos han sido de manera voluntaria, pero en ningún momento ha existido responsabilidad por parte del Estado colombiano para atender esos desplazamientos de una forma adecuada", indicó.
Desde su organización "Fuerza de Mujeres Wayúu", Karmen reivindica además el derecho de su pueblo a la consulta previa para la implementación de grandes proyectos económicos en su territorio.
A modo de ejemplo, señala la explotación del Cerrejón, "la mina a cielo abierto más grande de Latinoamérica", que exporta toneladas de carbón a Estados Unidos y Europa y que atraviesa todo el espacio Wayúu.
"Entre 2003 y 2005" hubo intenciones de ampliar el Puerto de La Guajira. Poco antes, doce wayúus murieron y muchos otros tuvieron que abandonar sus casa", afirmó.
Karmen denuncia que a pesar de la riqueza económica de la zona, "el territorio del pueblo Wayúu es el segundo en las estadísticas con las necesidades básicas insatisfechas más altas", y que el grado de analfabetismo es "único" en la región.
"Los recursos que deberían estar recibiendo las comunidades se desvían. Con unos programas muy puntuales para zonas muy pequeñas pretenden mostrar al mundo que la situación es buena, cuando no es así", agregó.
Por ello, la líder indígena ha emprendido una campaña internacional para dar a conocer "la impunidad que existe en Colombia".
"Buscamos solidaridad, otros escenarios en los que hacernos escuchar, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o el Foro Permanente para las Naciones Indígenas, que se celebra cada año en la sede de la ONU en Nueva York, y al que ya hemos asistido en tres ocasiones", indicó.
La pasada semana, Ramírez participó en Ginebra en una reunión de seguimiento del mecanismo de supervisión de la Declaración de la ONU sobre derechos de pueblos indígenas.
Entre otras actividades impulsadas desde la Fuerza de Mujeres Wayúu, el 25 de noviembre, día de la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, la comunidad Wayúu vivirá una jornada de sensibilización y denuncia destinada a "extender solidaridades con otros pueblos indígenas del mundo que se encuentran en la misma situación", señaló.
El asesinato en 2004 de su tío materno y jefe wayúu, Wilmer Boscán Ureche, impulsó a la joven indígena, natural de Maicao, a comprometerse y asumir la responsabilidad, junto a otras mujeres, de dar a conocer al mundo las que definen como "continuas violaciones de los derechos humanos" cometidas contra su pueblo.
Ramírez ha denunciado una vez más como los paramilitares, miembros de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de las fuerzas de seguridad gubernamentales y narcotraficantes, entre otros grupos armados, campan a sus anchas en la zona, limítrofe con Venezuela donde habitan, "favoreciendo las situaciones de violencia y los crímenes".
Durante una visita a Madrid, Karmen explicó los motivos que le han llevado a convertirse en la voz de un pueblo "eminentemente guerrero y luchador", que reclama su autonomía, el derecho a la tierra y a la explotación de los recursos naturales.
"Lo primero que hay que denunciar es que desde el año 2000 hasta la fecha tenemos 250 muertos del pueblo wayúu, lo que desde nuestra organización, ’Fuerza de Mujeres’, consideramos un genocidio", dijo.
Amenazada por los militares, Karmen Ramírez confiesa que "ya no tiene miedo", que "no es la primera vez", porque "en cada ocasión que denunciamos a nivel internacional lo que está pasando, las amenazas se intensifican, no sólo contra una sola persona, sino contra una organización o contra comunidades enteras", explicó.
Consecuencia directa de esas amenazas es el alto índice de desplazamientos, "que no está todavía muy evidenciado", ya que la proximidad con Venezuela, y la presencia allí de otros grupos wayúu donde asentarse, facilita el éxodo de los que buscan protección.
"Hay gente que regresa cuando la situación mejora. La mayoría de retornos han sido de manera voluntaria, pero en ningún momento ha existido responsabilidad por parte del Estado colombiano para atender esos desplazamientos de una forma adecuada", indicó.
Desde su organización "Fuerza de Mujeres Wayúu", Karmen reivindica además el derecho de su pueblo a la consulta previa para la implementación de grandes proyectos económicos en su territorio.
A modo de ejemplo, señala la explotación del Cerrejón, "la mina a cielo abierto más grande de Latinoamérica", que exporta toneladas de carbón a Estados Unidos y Europa y que atraviesa todo el espacio Wayúu.
"Entre 2003 y 2005" hubo intenciones de ampliar el Puerto de La Guajira. Poco antes, doce wayúus murieron y muchos otros tuvieron que abandonar sus casa", afirmó.
Karmen denuncia que a pesar de la riqueza económica de la zona, "el territorio del pueblo Wayúu es el segundo en las estadísticas con las necesidades básicas insatisfechas más altas", y que el grado de analfabetismo es "único" en la región.
"Los recursos que deberían estar recibiendo las comunidades se desvían. Con unos programas muy puntuales para zonas muy pequeñas pretenden mostrar al mundo que la situación es buena, cuando no es así", agregó.
Por ello, la líder indígena ha emprendido una campaña internacional para dar a conocer "la impunidad que existe en Colombia".
"Buscamos solidaridad, otros escenarios en los que hacernos escuchar, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o el Foro Permanente para las Naciones Indígenas, que se celebra cada año en la sede de la ONU en Nueva York, y al que ya hemos asistido en tres ocasiones", indicó.
La pasada semana, Ramírez participó en Ginebra en una reunión de seguimiento del mecanismo de supervisión de la Declaración de la ONU sobre derechos de pueblos indígenas.
Entre otras actividades impulsadas desde la Fuerza de Mujeres Wayúu, el 25 de noviembre, día de la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, la comunidad Wayúu vivirá una jornada de sensibilización y denuncia destinada a "extender solidaridades con otros pueblos indígenas del mundo que se encuentran en la misma situación", señaló.
La campaña por la eliminación de Todas las Formas de Violencia contra WOMAINKAT-NUESTRA TIERRA tiene como objeto la denuncia de las violaciones de los derechos de las mujeres Wayúu y del territorio del pueblo Wayúu, el cual es en esencia femenino, así como lo es para muchos otros pueblos indígenas del mundo . Durante un año a contar desde el 25 de noviembre, se realizarán diferentes actividades de sensibilización y denuncia para aunar esfuerzos con otros pueblos indígenas del planeta cuyos territorios están siendo violentados por las mismas multinacionales presentes en la Guajira.
Karmen Ramírez Boscán, líder indígena colombiana, asegura que “no sólo las acciones paramilitares están matando al pueblo Wayúu, también las acciones de las multinacionales"
La “guerrera Wayúu” denuncia el genocidio contra los indígenas colombianos desde hace más de diez años
Por: amecopress.net [Viernes, 10 de octubre de 2008].
Karmen Ramírez Boscán, delegada de la Fuerza de Mujeres Wayúu y secretaria general del Cabildo Wayúu Nóüna de Campamento, ha denunciado la situación en la que se encuentran los pueblos indígenas en Colombia, que representan casi el 4% de la población, y ha pedido una mayor atención y protección a las autoridades políticas internacionales.
También ha destacado el papel de las mujeres indígenas en la lucha contra la injusticia que, cada vez, goza de una mayor participación. La líder colombiana, también conocida como la “guerrera Wayúu”, calificó de “genocidio” lo que está sucediendo en sus tierras desde hace ya más de diez años y pidió “justicia” para vengar las muertes de los cientos de civiles que ya “han sido asesinados” a manos de los grupos paramilitares y como consecuencia de las acciones multinacionales que tienen fuertes intereses económicos en las tierras de La Guajira.
Ramírez asegura que, hoy por hoy, “Colombia tiene una mentalidad totalmente paramilitarizada”, y ha exigido “sanciones vinculantes” que sentencien, no sólo la autoría material de los crímenes, si no también la intelectual. “No puede ser que la justicia no funcione, y no funciona porque está siendo totalmente amañada. No se tiene en cuenta a las víctimas de todos los crímenes que se están cometiendo”.
Además, Ramírez afirmó que, cada vez más, las tierras indígenas de Colombia están siendo sacudidas por parte de las industrias internacionales que sólo buscan su beneficio económico. La extracción de carbón, gas y petróleo son el objetivo principal de los muchos megaproyectos que se están llevando a cabo en La Guajira “con engaños y sin consultares”.
De hecho, añadió la líder indígena, “también han muerto ya dos niños Wayúu en una excavación de tierra de uno de estos megaproyectos”. Durante sus declaraciones, Ramírez, que está amenazada de muerte, prestó una especial atención a la necesidad de seguir denunciando la situación en la que los pueblos indígenas se encuentran; a la cada vez mayor formación de las mujeres Wayúu en derechos humanos, y a la importante labor de comunicación que realizan los medios informativos que han de seguir denunciando lo que sucede en el país.
“A Colombia le fastidia que se diga la verdad” -sentenció- pero desde la organización a la que representa Ramírez continuarán luchando para llegar a la mayor cantidad de organismos internaciones posibles. “Estamos en medio de dos fuegos cruzados. Los pueblos indígenas no queremos a ninguno de los grupos paramilitares que se asientan en nuestras tierras. Son ya 250 los crímenes, entre asesinatos y violaciones, cometidos contra nuestro pueblo y de ellos, 27 se han cometido en contra de mi familia”, agregó. El pueblo indígena Wayúu está ubicado en la península de La Guajira, situado entre el estado de Zulia (Venezuela) y el departamento de La Guajira (Colombia). Entre ambos territorios ocupan una superficie de más de 20 mil kilómetros cuadrados. La población Wayúu es el grupo indígena más importante de Colombia y está formado por más de 500 mil personas.
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